¿Por qué te desesperas, alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios.... Salmo 42:5
El alma quieta y tranquila es como una barca que yace quieta y tranquila en el puerto. Ustedes pueden recibir los bienes y mercancías que desean, mientras la barca yazca quieta y tranquila. De la misma manera, el alma que está quieta y tranquila bajo la mano de Dios es la más apropiada y conveniente para recibir mucho de Dios, de Cristo, del cielo, de las promesas, de las ordenanzas, y del amor de Dios, de las sonrisas de Dios, de los mensajes de Dios y del consejo de Dios. Pero cuando las almas están inquietas, son como un barco en una tormenta, no pueden recibir nada.-
Dios entonces no mora en espíritus intranquilos y confusos, sino en espíritus apacibles y silenciosos. Los espíritus inquietos no pueden recibir consejo ni consuelo, ni gracia ni paz, etc. "Mi alma rehusaba consuelo" Sal. 77:2. El paciente impaciente no tomará las medicinas. Este no tiene ojo para ver, ni mano para tomar, ni paladar para saborear, ni estómago para digerir, nada que contribuya a su salud y bienestar. Cuando el hombre está enfermo y obstinado, nada lo aliviará, la música más dulce no hará melodía a sus oídos. Thomas Brooks
Aquiétate para recibir las misericordias Un silencio santo y prudente bajo las aflicciones, bajo las miserias, capacita y adapta mejor a los afligidos para recibir las misericordias. Cuando la botella rodante yace quieta, podemos verter en ella las aguas más dulces o las más revitalizadoras; cuando el alma rodante y turbulenta yace quieta, entonces Dios puede verter mejor en ella las aguas dulces de la misericordia y las aguas revitalizadoras del consuelo divino. Ustedes leen acerca del "fruto apacible de justicia". "Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados" Heb.12:11. "Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz Stg. 3:18. .- Thomas Brooks
La misericordia de Dios está siempre más cerca cuando el creyente tiene su propia alma en quietud. La salvación está por llegar cuando el cristiano guarda silencio y espera en Dios.
Espera en Dios. La esperanza nunca produce mas gozo que en la afliccion. Es en la nube que lleva agua que el sol pinta los curiosos colores del arco iris... Hay dos gracias que Cristo usa especialmente para llenar el alma de gozo: la fe y la esperanza, porque estas dos aportan el vino sin escatimar. La fe dice al alma lo que Cristo ha hecho por ella, y así la consuela y conforta; la esperanza aviva al alma con la noticia de lo que Cristo hará; las dos sacan sus recursos de un origen común: Cristo y su promesa. No creas que baste acallar tu corazón para no altercar con Dios, sino que no debes cesar hasta que le hayas colocado donde repose dulcemente en Él. David llegó hasta aquÌ; no sólo reprendió a su alma por su desasosiego, sino que le encargó que confiara en Dios. -William Gurnall
