CUANDO SE PIERDE LA ESPERANZA

28.09.2025

CUANDO SE PIERDE LA ESPERANZA

Por: Charles Stanley
Hechos 27.13-26
Las circunstancias que parecen imposibles de vencer suelen ser las que nos inquietan. Pensemos en el viaje de Pablo a Roma. Cuando surgió una furiosa tormenta, los marineros trabajaron arduamente para salvar la nave. Pero, por no poder controlar las condiciones meteorológicas, renunciaron a toda esperanza de salvarse (Hch 27.20). Hay veces que no podemos cambiar lo sucedido, ya sea la pérdida de un empleo, la muerte de un ser querido o un diagnóstico médico terrible. En tales situaciones, los sentimientos de desesperanza pueden apoderarse de nosotros. La frustración por el obstáculo puede desalentarnos y hacernos perder las esperanzas.
Cuando las cosas no van de acuerdo con nuestro plan, podemos sentirnos abandonados por el Señor. Recuerdo un período de mi vida cuando me sentía solo. Mi mente me decía que Dios estaba conmigo, pero mis sentimientos me decían otra cosa. Para rechazar este estado de ánimo, buscaba al Señor por medio de la lectura de la Biblia y la oración.
En momentos así, puede elegir entre centrarse en sus circunstancias, o fijar su mirada en nuestro Padre celestial, y confiar en Él.
No debemos enfrentar las pruebas, al parecer insuperables, con nuestras propias fuerzas. En vez, debemos confiar en el poder del Espíritu Santo que mora en nosotros. La promesa de Dios es ayudar al pueblo desanimado.


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