¿Todavía no tienen Fe? Marcos 4:40
Hay actos de Fe que mueven la mano de Dios para ayudarnos: La Oración de Fe abre un caso con Dios e invoca la ayuda del cielo. Nuestra victoria desciende del cielo, pero espera hasta que por oración se pide. Fortifica tu oración con las promesas de Dios. La oración es convertir las promesas de Dios en argumentos. Ruega apelando a tu relación con Dios. Dios te ha tomado como hijo y tú le has escogido por Dios tuyo. Eso es un gran argumento. Es decir: "SEÑOR, soy tuyo, ¡sálvame!" ¿Quién cuidará a un hijo sino su Padre? Y recuerda: La Oración es el respiro de la Fe.
La Fe que espera involucra a Dios para que nos ayude. Cuando has estado con Dios, has de esperar el bien de Él, porque por faltar esta esperanza, muchas oraciones se pierden. Si no crees ¿por qué oras? Y si crees, ¿por qué no esperas? Al orar te apoyas en Dios, pero, al no esperar, deshaces tu oración. Cristiano, ofrece tu oración con una santa expectación por el crédito de la promesa. Dios abre la puerta de sus promesas a los pobres pecadores que huyen de la furia de sus malos deseos.
Los creyentes que se quejan de su débil Fe, deben saber la causa de su incredulidad, es porque la Fe no ha sido alimentada de la Palabra de Dios y Sus promesas. Así podrás soportar muchas presiones por mantenerte en la comunión de la Palabra de Dios, y siempre te beneficiará dedicar tiempo a ella. Pero si has dejado de acudir a Dios en Su Palabra, hay un triste cambio: no te es fácil confiar en Él; y tienes poca autoridad sobre tu incredulidad. La Fe que actúa pone el alma a trabajar. Cuando el gran ejército de Moab y Amón vino contra Josafat y el pueblo de Israel, él oró y puso su Fe sobre la promesa de Dios. Luego marchó bajo el estandarte de la victoria. 2 Crón.20:15-20 Dios, que ha prometido tu victoria, te llama a las armas y planea utilizar tus propias manos en la batalla.
Dijo el SEÑOR a Josué: "Levántate; ¿por qué te postras así sobre tu rostro?" Jos.7:10 A Dios le gustó su oración, pero había algo más que tenía que hacer antes de vencer a los amorreos. Cristiano, existe algo más que tu Fe tiene que hacer además de orar y esperar. Debes examinar cuidadosamente tu corazón, por si hubiera algún descuido de tu parte, algún pecado oculto, como el de Acán, por medio del cual has sido perjudicado. -William Gurnall
