POR QUÉ NO PUEDE UNDIRSE MI BARCA?

25.11.2025

¿POR QUÉ NO PUEDE HUNDIRSE MI BARQUILLA?

POR PASTOR EMILIO BANDT



(MATEO 8:23-27)

DIOS ESTÁ CON NOSOTROS.

Aunque el Mar de Galilea es en realidad un lago y es relativamente pequeño, pues mide veintiún kilómetros de largo por once de ancho y su profundidad apenas puede llegar a los cuarenta y ocho metros, tiene un caudal de agua poco común. Yace doscientos ocho metros bajo el nivel del mar y está rodeado de montañas de las cuales a veces descienden corrientes de viento que hacen levantar las olas del lago hasta siete metros de altura. Esas tormentas de viento son sorpresivas pues no hay nubes o algo más que presagie tormenta y que dé lugar a la prevención.

En nuestro pasaje encontramos a los discípulos del Señor atrapados de repente en una de esas tempestades de viento y el peligro era grande.

A pesar de que los discípulos habían sido testigos de muchos milagros, se llenaron de pánico en medio de esa situación. Sabían que sus vidas corrían peligro y tuvieron temor aún cuando el Maestro iba con ellos. Ellos olvidaron que ÉL puede hacerse cargo de cualquier circunstancia por muy dificultosa que parezca.

Así como sucedió a los apóstoles, hay momentos en nuestra vida que nos parece que Dios no va a obrar. Olvidamos que así como ÉL tiene poder para calmar los elementos naturales, así puede calmar las tormentas de todo corazón atribulado.

Aunque haya tempestades que bramen en nuestra vida, ÉL puede hacer cesen y que reine la paz. Y lo que es más importante: ÉL está dispuesto a ayudarnos.

Meditemos por qué no se puede hundir mi barca?

PORQUE PUEDO ORAR Y CONFIAR EN ÉL. (8:23-25).

Aquellos discípulos angustiados rogaron a Jesús: "Señor, sálvanos que perecemos".

De la misma manera, nosotros podemos venir ante el Señor, presentarnos ante el trono de su gracia y orar y pedir su misericordia para con nosotros. Y Dios escucha las oraciones. ÉL promete contestarlas: "Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido" (Juan 16:24).

Nuestro Dios nos llama a orar cuando estamos en severa tribulación: "Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces" (Jeremías 33:3).

A veces pensamos que las cosas ya no tienen remedio, otras veces nos parece que ya muchas cosas han muerto. Pero este pasaje nos dice: "Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios" (Marcos 10:27).

Dios puede calmar cualquier tormenta en nuestra vida.

PORQUE JESUCRISTO VA EN LA MISMA BARCA. (8:26-27).

Sí. El Señor Jesucristo va en la misma barca que yo, por eso no se puede hundir.

Su misericordia es infinita. Por favor, llene su corazón de esta seguridad: Dice este pasaje: "Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad" (Lamentaciones 3:22-23).

Cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará. Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides" (Deuteronomio 31:6,8).

Dios encamine su corazón a confiar y esperar en el Señor! ¡ÉL no permitirá que su barca se hunda!