¿Qué es la oración secreta y por qué es tan poderosa según la Biblia?
"...Ora a tu Padre que está en secreto". Mateo 6:6
Cuando Cristo estuvo en la tierra, se ejercitó mucho en la oración secreta, es decir, en ese momento íntimo de comunión directa con Dios, sin público ni apariencias. Con frecuencia estaba a solas con Dios:
"Y después de despedir a la multitud, subió al monte a orar aparte; y al anochecer, estaba allí solo". (Mateo 14:23)
Que el SEÑOR nos conceda este noble modelo para imitar diariamente, pasando tiempo a solas con Dios. Toda la vida de un cristiano debe ser una representación visible de Cristo. Y la manera más elevada de honrarlo es ser como Él:
"Dejándonos ejemplo para que sigamos sus pasos". (1 Pedro 2:21)
Cristo es un modelo de oración íntima. Su ejemplo nos enseña que la oración secreta no es una práctica menor, sino un acto poderoso. Su vida nos recuerda que el verdadero crecimiento espiritual no ocurre en la multitud, sino en el silencio del encuentro personal con Dios. Este tipo de oración fortalece el alma, renueva la fe y nos permite caminar conforme al corazón de Cristo.
Jesús pasaba tiempo a solas con Dios en oración, para realzar la importancia de la oración privada. Los hombres, por naturaleza, tienden a subestimar este ejercicio espiritual. Pero Cristo, al practicarla con tanta frecuencia, le ha otorgado un honor eterno y un valor inestimable.
Primero, lo hizo para darnos ejemplo. Segundo, para enseñarnos a evitar la búsqueda de aplausos, apariencias religiosas o reconocimiento humano:
"Cuídense de no hacer sus obras de justicia delante de los hombres, para ser vistos por ellos". (Mateo 6:1-2)
La oración en secreto revela sinceridad espiritual. Quien ora sin testigos humanos, ora con un testigo eterno: Cristo.
La oración privada abre los misterios de la Palabra. Mientras Daniel oraba a solas, el SEÑOR envió un mensajero para revelarle con mayor claridad y profundidad las Escrituras.
Así también, el conocimiento profundo de la Biblia y de los tesoros del Evangelio es fruto de ese tiempo íntimo con Dios.
Ciertamente, el cristiano que se arrodilla más frecuentemente en secreto, comprenderá mejor la mente de Cristo, experimentará más paz, y recibirá en su alma parte del cielo.
Cristo les da lo mejor a quienes lo buscan en secreto. Las oraciones privadas traspasan los cielos y son colmadas de gracia y recompensas espirituales. Mientras Ezequías oraba a solas, Dios le respondió a través del profeta Isaías:
"He oído tu oración y visto tus lágrimas. He aquí que yo añado a tus días quince años". (Isaías 38:5)
Así también, mientras Isaac meditaba y oraba en el campo, pidiendo una esposa conforme a la voluntad de Dios, se encontró con Rebeca.
(Génesis 24:63-64)
En resumen:
La oración secreta, ferviente y sincera es la llave del cielo, capaz de abrir tesoros invisibles y misterios eternos que superan todo entendimiento humano.
Nos proporciona misericordias selectas, paz interior y riquezas espirituales que fortalecen la fe.
Nadie es tan rico en experiencias de gracia como quienes buscan a Dios en lo secreto.
— Thomas Brooks